Y con todo esto no quieres decir que los otros padres sean malas personas o algo así, lo sé.
Todos lo padres hacen lo que pueden. Cada uno enfrenta la crianza según lo que ha aprendido a hacer a lo largo de su vida.
La mayor parte de las personas estamos muy desconectadas de nosotras mismas (es un mecanismo de supervivencia muy humano, no te preocupes). Esto nos impide, entre otras cosas, darnos cuenta del impacto que tiene nuestro comportamiento en la vida de nuestros hijos.
Además, a esto le tienes que añadir el hecho de que la forma en la que se entiende la vida en la infancia y en la edad adulta son muy diferentes. La mayor parte de las veces, lo que a los adultos nos parecen cosas sin importancia, a los niños les puede resultar muy estresante.
Y esto afecta al vínculo que se establece entre padres e hijos aunque no nos demos cuenta.
Y si te lo estás preguntando sí, a ti también te pasa, como a todos. Así que tal vez te interese aumentar tu capacidad de darte cuenta de las cosas que haces y cómo eso afecta a la forma en la que se siente tu hijo.
Tal vez la autoconciencia, el darte cuenta, te parezca un concepto simple y aburrido. Sin embargo, si para ti es importante que tu hijo sienta que puede expresarse tal y como es cuando está cerca tuyo, es una habilidad que te va a ayudar.
Es el primer paso para ser capaz de ver a tu hijo tal y como es. Si no, lo verás a través de tus miedos, tus deseos no satisfechos, tus expectativas.
La ironía es que todo el mundo cree que es consciente de sí mismo.
Si a mí, hace años, me hubieras preguntado si era consciente de lo que hacía, te habría dicho que sí.
Pobre ilusa.
Creía esto porque había rechazado algún que otro tarbajo que no me gustaba, porque me había ido a vivir a un pueblo como siempre había querido o porque elegía dónde ir de vacaciones.
Ya me entiendes, las cosas del día a día.
Lo que no tenía ni idea era todo lo que había debajo de estas decisiones.
Y eso es algo que me sorprendió mucho porque soy psicóloga y , por alguna razón que desconozco, pensaba que me conocía muy bien.
Otra vez, pobre ilusa.
Pero no creas que ser más consciente en la crianza de tu hijo va hacer que lo hagas todo perfecto. Eso es imposible.
Aunque no quieras, vas a meter la pata. La diferencia está en que es lo que haces cuando pasa. La mayor parte de los padres tienden a culpar de los momentos complicados a los hijos. Que si no hacen caso, que si son muy exagerados, que si son muy caprichosos.
Consideran que si los hijos no hicieran lo que hacen, todo iría mejor. Lo que no saben es que el comportamiento de sus hijos está dándoles una información muy valiosa.
Y si la tienes en cuanta, todo cambia. No porque ellos vayan a dejar de hacer lo que hacen, sino porque tú vas a dejar de hacer lo que haces. Puedes pasar de reaccionar a responder. Pasas de repetir patrones aprendidos hace mucho tiempo a elegir lo que quieres experimentar en tu relación con ellos.